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LECTURAS

Evidentemente, me encanta leer. He leído mucho desde pequeñito; casi siempre novelas. Los géneros que más me gustan son el thriller internacional, la novela histórica y algo de fantasía. Por lo general, me engancho mucho a las series de libros.

Harry Potter

Entre mis favoritos está Harry Potter: me los debo de haber leído por lo menos quince veces. Soy uno de los Potterhead originales; en el año 2001 mis vecinas de arriba me prestaron La Piedra Filosofal. Al día siguiente fui a por La Cámara Secreta y me dijeron que era imposible que me lo hubiese acabado. Me encogí de hombros y me bajé a seguir leyendo. Al día siguiente, subí a por El prisionero de Azkaban. Se volvieron a reír, pero en sus ojos ya asomaba algo de duda. ¿Realmente los estaba devorando tan rápido? Pero es que el tercero también me lo acabé en un día y el cuarto día no me acosté hasta que no me acabé El Cáliz de Fuego, el más largo de los cuatro. Después de aquello me tocó esperar unos años a que saliesen los otros tres libros. Para entonces me había ido a vivir al extranjero y había tenido la suerte de aprender inglés, así que pasé a leerlos en el idioma original. Si tuviera que elegir un favorito, ardua tarea, sería El Príncipe Mestizo. Me parece que lo tiene todo: acción, muchos sentimientos a flor de piel y vuelcos brutales en la trama. Como todos los aficionados, he visto las películas. No están mal, pero nada que ver con los libros. Y de El Legado Maldito mejor ni hablo.

Jack Ryan

Otra de mis sagas favoritas es el universo de Jack Ryan, de Tom Clancy. Estos también me los he leído unas pocas veces. A la mayoría les sonarán los videojuegos y las películas, pero lo que muchos no saben es que Rainbow, Splinter Cell, La Caza del Octubre Rojo, Pánico Nuclear y otros están basados en novelas. Y qué novelas. Me encantaría escribir como Clancy, que mezcla maravillosamente las historias de espías con tramas más puramente militares y suspense político y diplomático. Desde los más humildes comienzos como analista de la CIA, el protagonista asciende hasta escalones inusitados de la cadena de mando y el autor nos regala conflictos imaginados en prácticamente todos los lugares del mundo y contra todos los rivales imaginables. Los personajes secundarios de John Clark y Ding Chavez son también soberbios, hasta el punto de que tienen sus propias novelas.

Aubrey & Maturin

La tercera saga a la que estoy muy enganchado y que también me he leído varias veces (los veinte libros) es la de Aubrey y Maturin de Patrick O’Brian. La mayoría los conocerán por la película de Master and Commander pero, una vez más, lo que muchos no saben es que está basada en una serie de ¡veinte! magníficas novelas ambientadas en la Royal Navy de finales del XVIII y principios del XIX. Los protagonistas, un tradicionalista capitán de la marina y un cirujano irlandés con ideas muy progresistas que trabaja como espía, forjan una peculiar pero profunda amistad. Sus aventuras les llevan por medio globo a bordo de los barcos de la Royal Navy, pasando por momentos álgidos y otros de la más oscura crisis, envueltos en las guerras napoleónicas y otros conflictos de la época. Si alguno es aficionado, quizás se haya dado cuenta de dónde toma el nombre el barco que protagoniza mis novelas. Valga como mi pequeño homenaje a esta maravillosa saga.

Reverte

Hasta ahora solo he hablado de autores anglosajones, pero también leo novela española. En concreto, Arturo Pérez-Reverte es de mis favoritos. El Capitán Alatriste o Falcó me parecen soberbias, pero también El Maestro de Esgrima, Cabo Trafalgar, La Reina del Sur, El Asedio… El cartagenero tiene un estilo muy particular y unos protagonistas muy parecidos: independientes, solitarios, escépticos. Pero escribe de manera soberbia y sus historias son muy entretenidas.

Posteguillo

Otro escritor patrio que envidio es Santiago Posteguillo. He disfrutado mucho de sus dos trilogías sobre Escipión y sobre Trajano y tengo pendiente Julia.

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