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ESCRIBIR

De pequeño leía mucho, incluso más que ahora. Mi madre decía que de mayor iba a ser escritor. Evidentemente, es una de esas cosas que ni te planteas. Llegué a ganar un par de concursos de cuentos o historias cortas en el cole, pero nada de importancia. Durante los cinco años que pasan en la Escuela Naval, los futuros oficiales embarcan al menos un mes al año en unidades de la Flota. En mi tercer curso, tuve la suerte de embarcar en el BAM Relámpago mientras pasaba una calificación operativa (CALOP) para desplegar en la operación Atalanta. La CALOP se desarrolla a lo largo de varias semanas en las que el barco es sometido a un intenso calendario de ejercicios que simulan las más demandantes condiciones que podría encontrarse en la misión. Allí aprendí de primera mano cómo se desarrolla una misión contra la piratería y cómo funcionan los modernos Buques de Acción Marítima. Con solo 21 años, fueron dos cosas que me marcaron mucho. Unos meses después, se me ocurrió escribir un libro y me pareció que el asunto de la piratería en Somalia daba pie a novelar sobre él, aprovechando también para incluir un BAM en la historia. Siendo un tema del que tenía algunos conocimientos, pensé que la labor sería más sencilla. Aun así tardé más de cinco años en escribirlo. Durante ese periodo participé en la operación Atalanta a bordo de la Victoria y estuve dos años destinado en el BAM Tornado, con lo que adquirí aún más experiencias que me ayudaron a terminar la historia.

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